jump to navigation

November 6, 2002

Posted by Tindriel in La vida.
trackback

15.13

Cuando algo sale mal, siempre hay una segunda historia peor. Esta mañana me he conectado a Internet para confirmar algo que ya creía saber, que el plazo de matrícula para el doctorado se terminaba el día 18 de este mes. Y menos mal que lo he hecho, porque la fecha tenía un 8, pero ninguna otra cifra. Es decir, el plazo se terminaba este viernes 8 de noviembre. Asustada he empezado a organizar mi agenda para que me diera tiempo a hacerlo y, precisamente para organizarlo, he llamado a los dos sitios donde tenía que ir de la universidad: donde recogería el sobre y donde lo entregaría.

En el primer sitio me han atendido muy bien, y me han dado un horario bastante compatible con el mío. El problema ha sido en el segundo lugar. No tanto por el horario como por la casi última frase de la conversación: “el plazo de matrícula ya está cerrado”. Después de un poco correcto “no me jodas” (estamos hablando de una universidad católica) hemos llegado al acuerdo de que intentaría pasarme cuanto antes y ellos intentarían solucionarlo. Veremos.

El consuelo que me queda es que voy a pagar, y por eso les conviene que vaya. Es mi única esperanza.

Pero es lo que digo, cuando algo sale mal, el resto va detrás. Primero se anula algo que me hacía ilusión, luego resulta que quizás pelearme por hacer el doctorado no sirva de nada. Dicen que no hay 2 sin 3. Miedo me da la tercera…

Comments»

No comments yet — be the first.

Leave a comment